Consiste en el arrendamiento de un barco por un periodo determinado, previamente acordado.

Por descontado. Si conocemos la composición del grupo y podemos analizar vuestras preferencias o intenciones podremos ofreceros siempre el barco que mejor se adapte a vuestras necesidades.

El plazo mínimo suele ser de media jornada (4 horas)

Sí; generalmente los amarres en los puertos, el avituallamiento y el combustible constituyen otros gastos no incluidos en el precio inicial y que deberán ser tenidos en cuenta.

No; no es necesario. Cualquier persona puede disfrutar de la inolvidable experiencia que supone pasar unos días de vacaciones a bordo de un barco. Para eso está la modalidad de alquiler con tripulación.

Sí, podéis establecer la ruta a seguir y marcar los horarios, pero siempre deberéis tener en cuenta la opinión del patrón o capitán del barco, quien en cualquier caso mantendrá la última palabra en lo que a las cuestiones técnicas y seguridad de la navegación concierne... y por descontado, recordad en todo momento que una persona no puede trabajar las 24 horas del día.

No; el patrón o capitán se encarga de la navegación y de tener limpia y en orden la cubierta del barco. La limpieza interior, la cocina y cualquier otro aspecto relativo a los servicios a bordo, deberán ser realizados por vuestra cuenta. Eso no quiere decir que en la práctica y al igual que vosotros podéis ayudar, el patrón también participe con frecuencia en el resto de las tareas de a bordo como uno más.

Definitivamente sí. Al menos, uno de los miembros del grupo deberá estar en posesión de la titulación correspondiente para poder alquilar el barco solicitado.

Legalmente sí, aunque en la práctica las compañías de alquiler pueden exigir un mínimo de experiencia. En cualquier caso, no hay que olvidar que en el mar pueden surgir imprevistos y que las condiciones meteorológicas pueden variar con rapidez. Tenemos que ser responsables de nuestra propia seguridad, de quienes nos acompañan y del barco. Ante todo prudencia y ser conscientes de nuestras propias limitaciones... un patrón puede enseñarnos mucho, sobre todo en nuestras primeras singladuras.

Sí; todos los barcos están perfectamente equipados y llevan todo el material imprescindible para una correcta navegación, como cartas náuticas, derroteros, compás, sonda, gps, etc.

Como ocurre con otros bienes que se alquilan, como vehículos o inmuebles, la fianza sirve para garantizar que el bien en cuestión se devolverá en las mismas condiciones en las que fue entregado, así como para cubrir cualquier daño imputable a negligencias, pequeños accidentes o a un uso inadecuado.

No siempre, ya que a lo largo de las costas es frecuente que haya resguardos naturales, como calas o bahías, en donde se puede pasar la noche perfectamente si ese es nuestro deseo... de hecho es una experiencia totalmente recomendable y algo que no debería dejar de hacerse.